Empieza la aventura... Mondeo en Málaga (I)

Al hilo de mi post anterior,  en el cual comentaba que  cerraba el capítulo del coche “caprichito”  y empezaba otro, pues aquí os traigo el nuevo capítulo: Un Ford Mondeo, gris oscuro, elegante, amplio, confortable, tengo la sensación de que estoy en el sillón de mi casa, con un maletero gigantesco que puedo echarme a dormir si quiero. A ver que aventuras me depara…..

La primera: Málaga, una ciudad tan cercana, pero a la vez tan  desconocida para mí, ya que, o bien pasábamos a coger el tren, o al aeropuerto o, cuando íbamos al centro, acabábamos siempre en El Corte Inglés y de allí no salíamos,  poco más conocía de ella.

Así que, como primera aventura, nos vamos de Rutas por Málaga  con el Mondeo, y es que le dije a mi marido: No hay Mondeo sin Tapeo¡¡¡

“De Tapas por Málaga” Primera Parte.

Los que me conocen, saben que lo que me pirrra es, hacer RUTAS, sobre todo  unas “rutitas de tapas”  y Málaga, jo que arte, es una ciudad que está repleta de restaurantes, tascas, tabernas y sobre todo, llena de barras donde probar las tapitas más innovadoras o las más clásicas, según gustos, esto me recuerda una anécdota de la oficina, cuando la empresa nos hacia que pasaramos el reconocimiento médico, un día, charlando con una compañera, le pregunté: tú sabes porqué tenemos el colesterol alto?  Ella, sin saber por donde iba, muy seria me dijo: - no, por qué?. - Y le dije:  pues de apoyar tanto el codo............... en las barras….. ja,ja, se mondaba, pues a las dos siempre nos sacaban el colesterol alto y, coincide, que a las dos nos gusta mucho las tapitas.

Nos encontramos que en  Málaga es un poco complicado circular,  es un poco caótica, máxime cuando está “toa levantá” a causa de las obras  que están teniendo lugar por el metro que están construyendo, así que aparcamos en el centro comercial Málaga Plaza y de allí, después de una vueltecita de riegor, nos fuimos andandito hasta el casco antiguo de la ciudad, es fácil y, prácticamente todo queda cerca.

La primera parada la hicimos  en el Mercado de Atarazanas, me apasiona visitar los cascos antiguos de las ciudades y por supuesto sus mercados; pasear por éste, recorriendo todos sus puestos, bien merece una visita, está lleno de materia prima de buena calidad, el pescado  fresquísimo con  mucha variedad, las frutas y verduras se te metían por los ojos y las aceitunas, ummm, que ricas¡¡ No dejéis de visitarlo si tenéis ocasión.

que pescaito, Dios mio, si está pa comerselo¡¡

Lomo en manteca, quién diría No a un mollete calentito bien untadito¡¡



Por si alguien tiene interés.....

De allí, a la bodega Antigúa Casa de Guardia, en la Alameda Principal, la bodega más antigua que aún permanece abierta en Málaga, en la puerta podéis ver que data del año 1840,  te encuentras que los vinos te lo sirven desde el mismo barril, tienes que estar de pié pues no hay donde sentarse, pero disfrutarás, te apuntan la cuenta con tiza en un antiguo mostrador, tienen unos barriles gigantes, llenos de estupendos vinos,  de muchos tipo, elaborados principalmente con la uva moscatel típica de la provincia de Málaga, probamos un Añejo, el Guinda y el Pedro Ximenez, para picar unos mejillones, por supuesto del mercao, y unos boquerones en vinagres riquísimos, con una aceituna bien gorda rodeándola, no es que hay mucho para tapear, es un sitio más bien de vinos, pero la visita bien merece la pena. Eso sí, toma sólo un vinito que se suben a la cabeza¡¡

Seguimos el recorrido por la céntrica y popular calle Marqués de Larios, repleta de tiendas famosas, como Zara, Massimo Dutti, Swarosvki, Calcedonia…..que allí estaba ella, con su colección para esta primavera de lo más femenina y sexy.

Recorriendo las calles,  te encuentras puestos callejeros de gente vendiendo cartuchos de almendras fritas, que además de darte un  caprichito de un rico tentempié, ¡¡están riquísimas¡¡, te encuentras que el vendedor te orienta  como un perfecto guía turístico y colaboras a que se lleve algún dinerillo a casa. Al menos, con el señor que nosotros estuvimos charlando nos resultó muy amable y simpático. Pobre hombre en el paro, enseguida me sentí muy identificada con él, sabéis por qué?

La siguiente parada la hicimos en el Mesón Lo Güeno, y allí pedimos una tapa de berenjenas rellena de carne y otra de champiñón relleno de queso, ambos con unas salsitas estupendas, que menos mal que pedimos tapas, que según podéis apreciar en la foto, parecían raciones, con esto nos quedamos casi listo, aunque yo por tal de probar…

ummmmmmmmm, que pinta......

 Me apunté a un más…. Continuará…..