Nueva filosofía..... y una taza de té: Junio, mi preferido

Si hace poco os contaba, en un post anterior, que Mayo era un mes muy bonito, pues tengo que decir que Junio, es mi mes preferido. Los días de Junio aparecen brumosos, son días apacibles, días de colores suaves donde ya se empieza a respirar el verano, esos días de levante con playita en calma que te pone de tan buen talante. Oficialmente entra el verano¡¡

Pero además, en mi familia, en Junio convergen varios acontecimientos importantes, fue el mes que nació mi hijo, que mayor felicidad que ser mamá, también es el cumpleaños de mi marido y, yo para no ser menos, igualmente cumplo años en este mes, y es que, no hay dos sin tres.

También, es un mes “molto pelicaloso”, como diría un nepalí que conocí tiempo atrás, ya que, para los que gozamos con el buen yantar y, el buen tragar, esto es un “tentaero”, tarifeo, chiringuiteo, copeteo, abren la veda, cañitas bien fresquita que en invierno no se toman porque te dejan congeladita… todo pulula por doquier, tinto de verano, mojitos y helados, nos hacen disfrutar como enanos, …madre mía, no hay quién se aguante, jolín, aparece el millelín¡¡¡¡¡

Pero.... como a las cosas importantes hay que darles importancia, dejaremos los lamentos para el invierno, ya volverán los oscuros días grises donde recuperar asignaturas o kilos pendientes; ahora, es tiempo de celebrar y festejar todos estos eventos, y para que os animéis, comparto con vosotros mis modestas creaciones. Eso sí, no me hago responsable del subidón de azúcar que este post pueda ocasionar, recomendable tener a mano una buena dosis de Eno, por aquello del flatito.

Estaba yo rompiéndome la cabeza a ver que tarta hacer para sorprender a mi hijo en la celebración de su cumpleaños, cuando.... fue él quién me sorprendió: mami, a mi me haces la tarta de galletas¡¡ y es que, aún siendo un renacuajo le encantaba esta tarta, más incluso que las compradas en pastelería, le gustaba mucho a él y, a todo el ejercito de pequeños marcianos devoradores que siempre invitaba a casaa para su cumpleaños y, 20 años después, sigue siendo su preferida. Le encanta el chocolate, mi Príncipe es un clásico, tradicional, natural y maravilloso.

Esta tarta es muy sencilla y, aunque hay muchas versiones; lo único a tener en cuenta; escoger ingredientes de calidad, si el chocolate es bueno, la tarta lo será, yo uso chocolate puro valor, tiene un sabor más intenso, también es importante no limitarnos a fundirlo simplemente en leche sin más, hay que darle un poco de gracia, añadiéndole nata, mantequilla, azúcar, y huevos. Vamos una "Bomba" Las cantidades, van en función del chocolate, poniendo 100 grs., de cada ingrediente por cada 200 grs. de chocolate. Fundir el chocolate con la nata, añadir mantequilla. Batir las yemas con el azúcar, y las claras montadas a punto de nieve, unir todo y, “tata tachan” una rica crema aparecerá¡¡ Será como un rico Mouse. El otro ingrediente básico para esta tarta, lógicamente es la galleta, preferibles las cuadradas tostadas, mojadas en leche entera tibia, previamente calentada con una rama de canela y un chorrito de coñac (pa quién guste). Mejor montar la tarta con la crema de chocolate aún templada, así las capas de galletas se impregnen mejor. Usar una fuente que pueda contener la crema, pues no estará muy espesa y al aplicarla chorreará, luego, una vez bien fría, queda totalmente cuajada. Mucho mejor de un día para otro, si es que llega, no quedaron ni las migajas¡¡ Le hice compañía con una milhojas de dulce de leche, fácil de hacer y riquísima.

También le preparé algún platito especial, a su gusto, una empanada de atún usando la masa de hojaldre, en vez de masa quebrada, me gusta más como queda. Probad la que venden en el Lidl, es estupenda. Una quiche "Loraine", ésta sí la hice con masa quebrada, que también la compré en el Lidl, nos encanta a todos y, una ensaladilla rusa. En fin todo ligerito para darle vidilla a los michelines…

Mi marido me pidió una tarta de nata, así que le hice un bizcocho de yogurt, cortado en dos capas, bañado en un almíbar; derritiendo azúcar en agua y añadiéndole un buen chorreón de countreau, una capa de nata montada con azúcar y la otra, añadiéndole a la nata ya montada, una cucharada de cacao puro valor, que le dio otro sabor. La cubrí con yema tostada, eso sí, no hagáis como yo, que metí la última capa del bizcocho poniéndole la crema de yema encima para tostar y, obviamente, también se tostó el bizcocho, mejor usar un soplete para quemar la crema sola. Menos mal que solo fue un poquito que si no fastidio todo el pastel. También la cubrí toda con nata y almendras tostadas. Compré una nata que me recomendó una compañera, en un supermercado de la cadena española Covirán, regentado por chinos, con productos ingleses, menudo popurrí¡¡, pero lo cierto es que la nata está riquísima, se llama “Elmlea” y monta la mar de bien. En esta ocasión, para la comida hice una lasaña, riquísima, que buenas están las lasañas caseras, verdad?, si os gusta, solo tenéis que pedirme la receta, estaré encantanda y, prometo dar el secreto para que os salga super jugosa.

Para mí, me regalé un Devil´s cake, Ya tenía yo ganas de un bizcocho así, de puro chocolate, y es que, tengo pasión por el chocolate, en todas sus texturas, colores y versiones; no sé de donde le vendrá el nombre, pero mira que ponerle Diablo, quizás sea por que es una autentica tentación, te tienta diciéndote cómeme, cómeme, comete otro trozo más, y vas y caes en la tentación, como el Diablo, si no, hagan la prueba y ya me diran….., y coincidiendo con el partidazo de España contra Francia, como disfruté, totalmente “endemoniada”, jajaja. Lo rellené con una butter-cheese cream, añadiéndole a una de las capas unos arándanos deshidratados que venden en “Mercadona” y la cubrí de merengue, quedó super alta, un poco tomando ideas de inclinación de la Torre de Pisa, pero salvable, estaba deliciosa, pasa a ser mi preferida. Y esta vez no tuve que hacer de comer, bien¡¡¡gracias a mi hermana y cuñao que nos agasajaron con ricas viandas que prepararon en el apartamento mientras le zurrábamos a Francia¡¡.