miércoles, 10 de octubre de 2012

Escapada II: Dublin

Otras de las escapadas que me gusta hacer, son  los viajes a ciudades europeas en Diciembre, donde la Navidad es tan tradicional, pudiendo disfrutar de sus calles engalanadas, los escaparates bien decorados, comidas y dulces típicos para estas fechas, mercadillos navideños. No importa el frío, al contrario, esto le da más encanto, lo hace más entrañable,  el ambiente que se respira te contagia. Así que el año pasado nos decidimos por  Dublín. Fue fantástico, me gusto mucho, es una ciudad  pequeña que se recorre muy bien, todo queda a mano, la gente muy amable.

El aeropuerto está bien conectado con el centro de la ciudad. Tienen  autobuses que te permiten estar en el centro en 1 hora y luego hay otros, un poco más caros, pero tardan menos.  en ½ hora estas en el “downtown”.

El hotel que teníamos reservado era el "Maldron Parnell Square", un hotel muy bueno en relación calidad- precio, con buen desayuno bufè, a sólo 10 minutos  de la calle O’ Connel Street,  la artería principal, llevándote  hasta el río Lifty, y  ansiosos como estábamos por ver la ciudad tomamos dicha calle que queda perpendicular al río,  disfrutando de la decoración navideña, la gente tan entrañable y animada, y fuimos a parar al Temple Bar, una de las zonas más populares de Dublín, repleto de bares, restaurantes, cafés, pubs. Encontramos uno con una fachada preciosa, con muy buena pinta y allí que nos colamos, muy chulo, lleno de detalles, con  3 plantas,  subimos a la 2ª planta, para estar más tranquilos, que guay, la comida estupenda, abajo estaban tocando un grupo música en vivo, allí calentitos, todo sabía mejor. La comida estupenda y abundante, y no te quiero contar los postres caseros, ummmm, las tartas, realmente deliciosa y el café irlandés, el mejor.


Dublín no es una ciudad de muchos monumentos, pero sí tiene cosas que hay que ver:
Trinity Collage, que es la universidad más antigua de Irlanda, con sus majestuosos edificios y  sus zonas verdes. Tuvimos la suerte de ver a un grupo de estudiantes que se acababan de graduar y estaban todos super arreglados con  sus togas, los familiares con pamelas y taconazos, trajes de chaqueta, todos desfilando y posando haciéndose fotos. Tiene una biblioteca antigua impresionante, en la cual se encuentra el Libro de Kells, la obra que contiene el texto en latín de los cuatro testamentos.

Grafton Street, es una calle peatonal con muchas tiendas y muy animada, donde músicos, figuras estáticas hacen que sea muy distraído pasear por allí. Al final de esta calle se encuentra la famosa estatua de Molly Maloni, que es la escultura de una mujer que de día era pescadera y de noche ejercía de prostituta.


Saint StephenPark, es un parque tranquilo, muy cuidado y limpio, que si no fuese por el frío que hacía ese día nos hubiésemos quedado allí sentados a disfrutar de la paz que te proporciona.

Menos mal que allí mismo estaba el centro comercial con enormes cristaleras donde disfrutar de un estupendo café irlandés.


Guinness Store House.

La estructura del edificio tiene forma de una pinta gigante -desde la primera planta a la sexta-. En la planta baja se muestran los cuatro ingredientes esenciales de una cerveza: agua, cebada, lúpulo y levadura. En la segunda planta, las distintas campañas publicitarias. En la tercera varios vídeos aconsejan sobre la bebida de la cerveza responsablemente; en la quinta te dan clases de cómo tirar bien una cerveza y, finalmente, en la sexta, :  el Gravity Bar, donde te obsequian con una “pinta” gratuita y  disfrutar de la vista panorámica de Dublín en 360º.  Además, pudimos disfrutar de un maravilloso “estofado guinness”. Se pasa un buen rato y es curioso de ver. Está todo muy organizado. El precio de la entrada te incluye una audioguía en tu idioma, por lo que te puedes recorrer las seis plantas a tu  aire; parar, avanzar, repetir,...

Saint Patrick's Cathedral
Es la mayor iglesia de Irlanda, construida entre 1191 y 1120. A mediados del siglo XVIII el escritor irlandés Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, ejerció como decano y su tumba y epitafio, como diría Nieves Concostrina, se hallan en su interior.

The Christ Church Cathedral. Dublín es una ciudad con dos catedrales en competencia durante siglos: la Catedral de San Patricio y la catedral anglicana de Christchurch.

Merrion Square
Un parque donde está el  monumento a Oscar Wild en una esquinita, elegante plaza de estilo georgiano.

The Spire, símbolo de Dublín del siglo XXI, inaugurado en el 2002, junto al edificio de General Post Office. 120 m. de altitud y una base de 3 m. de diámetro, se reduce a 15 cms. en su cima y pesa 126 toneladas.

Hicimos una excursión por nuestra cuenta a Glendalough. Tomamos un autobús que sale por la mañana, cerca de donde se encuentra la Oficina de Turismo y te lleva al mismo valle, nos sorprendió  la bruma de las montañas, unas tumbas celtas, lo lagos, un monasterio todo, visto bajo la niebla, un día gris y una lluvia finísima, tanto silencio,   impresionaba, vamos que yo cuando oscureciera no quería estar allí, los niños sí, ello se lo pasaron fenomenal a ellos les encanta todo esto. Después de tanto andar por el valle, el apetito se despierta y sin más remedio tuvimos que buscar donde comer, fuimos a dar con el restaurante del Hotel, situado al lado del Centro del Visitante, muy bueno con unas deliciosas especialidades irlandesas. Comida excelente.


En definitiva, Dublín me pareció una ciudad con un encanto especial, y me sorprendió mucho su gente, tan llena de vida y con muchas ganas de divertirse después de su jornada de trabajo. No sé si se me olvida algo de lo que visitamos, si es así, lo añadiré. Igual que iré colgando algunas fotos de tantas como hicimos, así os hacéis una idea, y podéis ir  dándole vueltas a la cabecita,   para esa escapadita.....

Una escapada, conlleva tres etapas: el antes, el durante y el después: enriqueciendo tu vida. La preparación te mantiene alejada de cualquier preocupación; la duración,  el momento del descubrimiento y, el regreso, los recuerdos….


Feliz Puente!!!

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